TENDENCIAS AGRÍCOLAS
En la actualidad existen tres tendencias agrícolas claramente diferenciadas: la agricultura convencional, la agricultura integrada y la agricultura ecológica, que engloba tanto la biodinámica como la permacultura.
La agricultura convencional basa sus prácticas en una continua expoltación del los recursos del suelo y de las plantas, forzando al máximo la productividad por metro cuadrado de tierra o incluso prescindiendo de la misma en los llamados cultivos hidropónicos, acelerando y acortando los períodos productivos y los ciclos vegetativos. Para obtener estos resultados se recurre a un arsenal de abonos químicos de rápida asimilación así como forzar su absorcipon de agua, cultivando sobre todo variedades híbridas e incluso transgénicas al estimular su desarrollo con hormonas vegetales que aceleran su crecimeinto. El resultado es un progresivo deterioro de la microbiología del suelo y la alteración de los ciclos biológicos. Se provoca una constante erosión genética, perdida del suelo, además de que los productos cosechados retienen parte de los agroquímicos pudiendo contener altos niveles de sustancias tóxicas.
La agricultura integrada se trata de una agricultura en todos los términos pero que garantiza no superar la mitad de la cantidad máxima permitida de residuos tóxico presentes en los productos obtenidos. Siguen las recoendaciones de técnicos que investigan las épocas críticas a fin de controlar los sembardíos, aplicando plaguicidas químicos en las dosis mínimas indispensables en los momentos adecuados. Parece positivo que muchos agricultores se comprometan a envenenar menos, pero no lo es que en sus campañas no se distinga bien la diferencia entre agricultura integrada y la agricultura ecológica, ya que los productos siguen siendo cultivados con abonos químicos, herbicidas y en menor cantidad plagucidas químico-sintéticos cuyos efectos en el organísmo humano a corto como a mediano plazo se ignoran.
La agricultura ecológica engloba oficialmente el conjunto de sistemas agrícolas encaminados a producir alimentos saludables para el consumidor y para el entorno sin el empleo de productos químicos de síntesis. Esta denominación es equivalente a la de agricultura biológica y agricultura orgánica. No debería importar como la llamemos, sino que lo importante es su esencia y los resultados finales.
